En Memoria de Maria Thun
En
gratitud y afecto a la estimable profesora Maria Thun, inspiradora y guía de este trabajo. Por su extraordinario legado
que modificó y marco el desarrollo de la agricultura biodinámica.
Vida y obra de
Maria Thun I
Maria Thun durante el Curso Biodinámico de 1984 en el colegio
Rudolf Steiner en Sao Paulo Brasil (foto Geraldo Deffune)
Al inicio de febrero la
noticia de su muerte nos enmudeció. Dos meses antes de cumplir sus 90 años, y luego
de haber publicado su calendario por 50 años, quien fuera guía e inspiradora de
este trabajo de elaboración del calendario, había trascendido a un plano
superior.
Fue una pionera de fuerte
personalidad, pensamiento vivo, y de una enorme capacidad para ejercer la
observación de los fenómenos naturales de forma pragmática y concreta en los
detalles. Su obra ha sido inspiradora para
varias generaciones y se convirtió en icono del movimiento biodinámico
internacional.
Maria Thun, tuvo como nombre
de nacimiento Maria Jung. Ella nació el
año 1922 en Marburg (Marburg an der Lahn), y fue la hija menor de una familia
campesina. Su padre, quien era
agricultor, tenía una pequeña granja en la localidad de Grossfelden, educó a
sus hijos en la religión evangélica y en la valoración del duro trabajo de la
granja.
Siempre tuvo una enorme
curiosidad por aprender y gran espíritu de observación; ávida de preguntas que
no siempre sus padres podían responder, la Biblia y el libro de cantos fueron
sus únicos libros en casa.
Ella comentaba, que uno de
sus recuerdos más remotos sobre su padre, era la dedicación casi fervorosa, y
el talento que él tenía para la observación de cielo al amanecer y al atardecer,
con el objetivo de predecir los mejores momentos para realizar las prácticas
agrícolas, principalmente las siembras.
Tanto era así, que su padre era un referente en su comunidad, siendo
consultado por sus colegas agricultores. Su padre nunca le explico que tipo de
observación hacía, pero sin duda la curiosidad de esta niña se vio espejada más
adelante en el desarrollo de su vida profesional.
Durante la guerra, siendo
ella una joven de 18 años, fue obligada a presentarse para realizar los
servicios al estado, truncando así sus posibilidades de estudiar. Este episodio sin embargo, fue justamente el
que le permitió encontrar el camino de la biodinámica. Siendo enfermera, en 1942 le correspondió
atender a quien mas tarde sería su esposo, quien herido tuvo que sobrellevar
una prolongada recuperación. Walter
Thun era maestro en la Escuela Waldorf de Marburg, y su verdadera vocación eran
la pintura y escultura, era un conocedor de la Antroposofía. Cuentan anecdóticamente, que como parte del
equipo militar que llevaba a la batalla, llevaba consigo una edición del El
Fausto de Goethe, la única obra que no levantaría sospechas, pues todos los
demás libros antroposóficos estaban proscritos por el nazismo. Fue precisamente a partir de la lectura
conjunta que hacía con su enfermera durante su rehabilitación, y del posterior
acercamiento de María a las demás obras de Steiner y a los amigos biodinámicos
que Walter le presentara, que María Jung encontró por fin lo que llevaba
buscando durante su juventud, su ansia de saber comenzaba a encontrar las
respuestas.
Después de la guerra, ellos
se establecieron en la región de Thüringen donde Walter tenía su granja, al
principio la labor de reconstrucción fue muy difícil, pero siempre se
mantuvieron muy aferrados a superar las dificultades desarrollando la granja de
forma biodinámica. En aquellos días, los
efectos de la post-guerra eran notorios, era casi imposible encontrar verduras
frescas y alimentos, y tampoco disponían de los preparados biodinámicos, así
que ella “preparaba” las pilas de compost simplemente con las hierbas de los
preparados emulando los preparados faltantes. Recién en 1948 lograron hacer y cosechar los
preparados.
Participó del Círculo de
Investigación de la Agricultura Biodinámica de Darmstadt, donde conoció a Franz
Rulni, quien publicaba un calendario de plantío muy básico. Franz era uno de los pocos sobrevivientes que
había participado del curso de agricultura biodinámica dictado por el Dr.
Rudolf Steiner en Koberwitz – Polonia en 1924, era un hombre agradable y
educado que siempre sonreía. Su
calendario para la agricultura y el cuidado de animales explicaba una serie de
recomendaciones generales que estaban basadas en la tradición de los
agricultores, sin saber realmente, si seguían teniendo validez.
El trabajo en la huerta no
solo era la fuente de subsistencia, sino que se convirtió rápidamente en un
lugar de observación y experimentación.
En 1952 inicia las observaciones diarias del crecimiento de rabanitos,
verificando grandes diferencias en la morfología y el rendimiento, diferencias
que se repetían rítmicamente cada dos o tres días en forma regular.
A veces se desarrollaba más
la hoja, otras veces mejor raíz, algunas veces tenía la tendencia de florecer y
otras a fructificar rápidamente. Después
de comprobar la igualdad de las condiciones de suelo, abonamiento, semillas,
etc.; y evaluar las variaciones consideradas por las fases de la Luna, el ritmo
de ascendente y descendente, se dio cuenta que no era suficiente para explicar
lo sucedido. Estaba intrigada por esto
y comenzó a hacer varios experimentos para tratar de averiguar la causa de esta
variación. Dice que hubiera pasado casi
inadvertida esta situación sino es porque había leído recientemente con Walter
el libro del Dr. Rudolf Steiner “La educación práctica del pensar”, en dicha
obra Steiner propone como ejercicio, la observación de las plantas
correlacionándolas con los cambios climáticos (la atmosfera) generando en el
individuo un ejercicio de estímulo de la memoria (retrospectiva), un juicio más
seguro, un pensar vivo y coherente, que permite profundizar en la observación de
los fenómenos del crecimiento vegetal.
María Thun, quien había
iniciado sus estudios profesionales de jardinería, había recibido este libro
nada menos que de su Profesor del método biodinámico Heinrich Schmidt, él le
había dicho que lamentablemente los cursos de enseñanza agronómica se basaban
siempre en la conceptuación intelectual, y que él no creía en su cabeza, pero
si en la fuerza de su corazón, fue
entonces cuando le entregó en sus propias mano el libro “La educación práctica
del pensar”.
Fue así que en abril de 1952
se dio inicio a los experimentos plantando rabanito con un abordaje de
atmosfera realmente amplio, considerando inclusive los aspectos
astronómico-planetarios, teniendo en cuenta que durante el curso de
agricultura, Rudolf Steiner había indicado que existía una estrecha relación
entre las fuerzas cósmicas y el crecimiento de las plantas. Pero el punto de inflexión llegó en 1957,
cuando escuchó la conferencia de Günther Wachsmuth sobre la idea de los "trígonos
elementales" en el zodíaco, los que estaban ordenados en función de los
cuatro elementos clásicos griegos retomados por Rudolf Steiner en la Antroposofía.
Fue en ese momento donde se observa que
la variación en el desarrollo de las plantas coincidía al correlacionar la
posición de la Luna frente al zodíaco (trígono-elemento) con los órganos de la
planta: Tierra-raíz (Tauro, Virgo y
Capricornio), Agua-hoja (Cáncer, Escorpio y Piscis), Luz/Aire-flor (Géminis,
Libra y Acuario) y Fuego/Calor-fruto (Leo, Sagitario y Aries).
Por esa época se publicaba el
calendario astronómico de la Sociedad Antroposófica de Dornach, bajo la
dirección de Suso Vetter, Maria Thun le presentó sus observaciones,
experimentos y resultados, lo cual entusiasmó enormemente a Vetter, a partir de
ello surgiría una importante colaboración por los siguientes años.
Luego amplió su investigación
para incluir otros cultivos anuales, en 1963 publicó el primer informe general
de sus observaciones "Nueve años de
observación de las influencias cósmicas en las plantas anuales, considerando el
ritmo de las estrellas"; en base a estos resultados, se permitió elaborar
el primer calendario de siembra, que el año pasado cumplió 50 años de
publicación ininterrumpida, hoy traducido a 27 idiomas y constituyéndose
la base de cientos de otras versiones
alrededor del mundo.
En 1966 comenzó a publicar
sus resultados con la ayuda de Hans Heinze y en los próximos años publicó más
de una docena de experimentos, en varias especies y cultivos, lo cual parecía
confirmar exactamente su teoría.
En el plano familiar, su
marido Walter que desde la guerra tuvo una salud delicada falleció cuando ella
era joven aún, dejando huérfanos a tierna edad a sus hijos Christina y
Matthias. Como ella mismo decía refiriéndose a su marido “murió demasiado
pronto”, sin embargo él dejó un gran legado de pinturas al óleo, todos
similares en términos de estilo, que de manera formal y cromáticamente, indican
la relación entre la materia física y las fuerzas espirituales, estas pinturas anualmente
adornan los calendarios.
Se dedicó de lleno a la
agricultura y a sus experimentos, pero en los siguientes años el trabajo se
multiplicaba y el espacio se hacía limitante. Por suerte en una conferencia que María Thun
realizó en Marburg, se encontraba Andreas Ortwein, quien años más tarde sería
uno de sus colaboradores, en 1967 le ofreció unos terrenos en Gisselberg –
Biedenkopf/Dexbach donde continuaron los ensayos en áreas más grandes (5
hectáreas), y en mejores instalaciones, donde se realizan hasta el día de hoy.
En 1964 ya habían iniciado
los experimentos con preparados biodinámicos, principalmente preocupada por los
altos niveles de contaminación radioactiva que se verificaban en Alemania desde
el año 1958 con Estroncio 90, cuando inclusive se llegó a recomendar
interrumpir la lactancia materna. En
estrecho contacto con Ehrenfried Pfeiffer, quien desde EEUU le manifestaba su
preocupación por que la contaminación radioactiva impediría la elaboración de
preparados, realizaron ensayos conjuntamente y fue en 1972 que determinaron que
las plantas abonadas con el calcio y el basalto eran difícilmente contaminadas
por la radiación. Fue así que en ese año
presentaron el preparado de posteriormente se conocería como Fladen o Compost
del barril. Tras la catástrofe de Chernobyl el 1986 se pudo constatar que los
campos que habían sido tratados con el preparado de Fladen tenían menos o nulos
índices de contaminación con Cesio 137.
Otro de los aspectos que más
preocupó a Maria Thun fue el desequilibrio impuesto en la crianza animal intensiva,
principalmente bovina/lechera, provocando el surgimiento de enfermedades como la
vaca loca y la fiebre aftosa que llevó al sacrificio absurdo de miles de animales.
Los experimentos continuaron y
fueron meticulosamente descritos y fotografiados por 5 décadas, éstos fueron
ampliados a otros aspectos que consideraban a los ritmos planetarios, y a la elaboración
y desarrollo de nuevos preparados. Los
resultados fueron publicados anualmente en el Calendario que se hizo famoso en
el mundo entero, teniendo una editorial propia que es una pequeña empresa
familiar; y que ha sido año tras año guía de innumerables agricultores y
horticultores en el mundo.
Maria Thun dedicó su vida a
la investigación y difusión, durante más de 60 años desarrolló incansablemente
cursos y conferencias, viajó por muchos lugares donde tuvo una intensa vida de
encuentros con agricultores de Europa
central, Escandinavia, Italia, Rusia/Siberia, España, Egipto, e India donde fue
objeto de innumerables reconocimientos.
El año 2010, la Universidad
Maharashi de la India le otorgo el título de Doctor Honoris Causa de la
Ciencia, al encontrar que el trabajo realizado por Maria Thun, guarda estrecha
relación con las observaciones de la ancestral agricultura India.
En 1984 visitó por primera y
única vez el continente Americano, para desarrollar un curso de biodinámica en el
colegio Rudolf Steiner en Sao Paulo Brasil. Para todos los que participamos fue una
experiencia determinante en nuestro desarrollo profesional y en la apertura
hacia una nueva concepción del mundo.
Personalmente la recuerdo
como una mujer alegre que se tomaba la vida con tranquilidad, con características propias que al solo verla
se podía sentir que estabas frente a una mujer íntegra. Hoy quisiera compartir con ustedes un
episodio divertido que sucediera en el curso en Brasil. El curso se desarrolló durante 4 días
intensos, en los que nos presentó generosamente todos sus conocimientos de
forma clara, segura y directa. Un día,
luego del almuerzo, seguramente maravillada por los deliciosos potajes
brasileños que había comido, se había soltado los botones de su falda, sin advertirlo, en el momento de levantarse
para devolver la bandeja y caminar un par de metros, estando en medio del
patio, se le cayó la falda quedando en ropa interior ante la mirada estupefacta
de todos nosotros que nos mantuvimos paralizados por la situación. Maria Thun con su entereza de espíritu y
alegría por la vida, entrego su bandeja para que la sostuvieran, se subió la
falda, recupero su bandeja y caminó airosa por el salón para entregar la
bandeja en la cocina como si nada hubiera sucedido. Su determinación y carácter
eran sobresalientes.
Hoy en día sus hijos
Christina y Matthias quien es especialista en apicultura y recientemente su
nieto Nikolai, especialista en análisis de los alimentos, conjuntamente con sus
colaboradores cercanos, continúan con su legado, que es enorme y aún falta
mucho por publicar. De cierta forma todos
nosotros los agricultores que aplicamos sus enseñanzas continuamos con la
extensión de su trabajo. Nos enseñó cómo
observar y saber cuándo es el momento propicio para trabajar la tierra, sembrar
y podar, para entender sus ritmos, como diría Chico Buarque de Hollanda cuando la
“tierra está en celo”, una imagen
poética que nos permite reconocer cuando la tierra está lista para recibir la
semilla, el “celo” de la tierra es el momento cuando la tierra está fértil y presta
a ser fecundada, esta bonita imagen resume el calendario, imagen de poesía que
nos permite vislumbrar la acción del pulso cósmico.
Su trabajo nos amplió la
forma de utilización y comprensión de los preparados biodinámicos para el
compost y las aplicaciones, nos mostró un camino para acercarnos a comprender la
relación que existe entre la calidad de los alimentos y los ritmos cósmicos de
nuestro accionar en la tierra.
La recordaremos siempre con
veneración y cariño, y le estaremos agradecidos por siempre.
- Referencias:
- Barasoain. R. Recuperar la armonía con el Cosmos. In: La fertildad de la Tierra N. 4, Ediciones. Estella (Navarra) España.2002 p. 30-35
- Eichelbeck R. Die kosmiche Gärt. In: Naturlich 1. Alemania1 2004 p. 54-57
- Thun M. Cincuenta años del calendario de Maria Thun. Calendario María Thun- 2012. Editorial Rudolf Steiner
- Wegmann R. Un fenomeno dinamico - Intervistata da Maria Thun, un’anziana signora dell’agricoltura biodinámica. Notiziario Weleda. Editrice Antroposofica, Milano.2006.
Vida y obra de María Thun
II, análisis de sus investigaciones
Además del famoso experimento conducido desde 1952/6 con los
rabanitos, anteriormente descrito, en relación a la posición de la Luna en
frente de las doce constelaciones zodiacales, muchos otros experimentos fueron realizados
y publicados en sus libros y en las ediciones del calendario en los últimos 50
años.
Sus investigaciones abordaron los temas más variados: el estudio
de constelaciones para determinar los mejores días de siembra y cosecha en
varios tipos de cultivos, ensayos con preparados biodinámicos, purines e
infusiones de diferentes tipos de plantas, estudios del clima, utilización de
activadores y estimulantes de la fertilidad del suelo como basalto, manejo y
control de “plagas” y “malas hierbas”, producción de semillas, manejo del
bosque, e inclusive se realizaron estudios sobre la calidad y conservación
alimentos, entre otros.
De la mayoría de estos experimentos, surgieron indicaciones
prácticas para la horticultura, agricultura y ganadería, y muchas fueron
ampliamente difundidas en el movimiento biodinámico; seguramente, otras más aun
serán presentadas cuando se publique la integralidad de su obra.
Presentar un resumen de su obra escapa a las posibilidades
de este artículo; prefiero por ello, invitar a los lectores a indagar y
estudiar directamente sobre sus obras. En
esta oportunidad, opto por dar un paso adelante (a manera de desafío,
presuponiendo que el lector ya está familiarizado con sus experimentos), por lo
que presento comentarios, discusiones y críticas sobre los resultados
experimentales de Maria Thun, con el objetivo de echar un vistazo a su trabajo
desde una perspectiva diferente para contextualizarlo y valorizarlo.
Comencemos por su más célebre aporte, me refiero a las
influencias cósmicas en el crecimiento vegetal, mejor conocido como el trabajo
con las constelaciones que es la base del calendario. Sin desmerecer su labor pionera, el estudio de
las influencias de los planetas en la vida de las plantas, recomendado por
Rudolf Steiner en sus conferencias para agricultores (1924), no es inédito, este
trabajo ya había sido iniciado por otros investigadores anteriormente como:
Hachez, 1935; Kolisko, 1936; Mather, 1942; Rulni y Schmidt, 1945 y Beeson,
1946, entre otros, quienes habían divulgado los resultados de sus
experimentos. Para la ciencia agronómica
el tema de los ritmos biológicos (cronobiología), ciertamente es muy reciente y
prácticamente inexistente para la academia convencional; así que sin lugar a
dudas la contribución Maria Thun al estudio de este tipo fenómenos, fueron la
apertura de un novedoso enfoque y base para el desarrollo del método agrícola
biodinámico en el siglo XX y XXI. Su primera
publicación, fue una importante fuente de motivación para la ciencia, y para
varios autores que buscaron analizar e intentaron repetir sus experimentos.
Definitivamente la mayor dificultad en este tipo de
experimentación radica en la imposibilidad de réplica, ya que, por ejemplo, las
siembras realizadas posteriormente en días con aspectos astronómicos
relativamente similares, nunca pueden ser idénticas, y en verdad no son
realmente repeticiones ya que no todos los factores pueden ser repetidos. Esto significa que uno de los aspectos más
básicos para el “modelo experimental clásico” la repetición no se cumple
integralmente.
Otro de los aspectos cuestionados y que fue sujeto de
críticas iniciales, se refiere al rigor con que fueron conducidos los
experimentos, principalmente los primeros experimentos presentados junto con
Heinze (Lebendige Erde, 1983), donde la metodología definitivamente no se
ajustaba a un protocolo de investigación formalmente aceptado por la academia. En su
artículo Heinze y Thun, explican que un factor determinante en el éxito o falta
de éxito en este tipo de experimentos estaba bajo influencias subjetivas, sin precisar
cuáles eran, y no entraron en mayores detalles. Pero esto no es todo, quienes hemos estudiado
sus experimentos verificamos que faltan datos técnicos elementales, por ejemplo,
información sobre los aspectos agronómicos básicos del ensayo, condiciones de
suelo y clima, fechas exactas de las siembras y otros tratamientos agrícolas
auxiliares, dando la sensación general, de que no se reportan mayores esfuerzos
para controlar estos aspectos en los experimentos. Otro aspecto es, que las
mediciones de los parámetros, que por lo general son reducidas a uno o dos
aspectos (habitualmente peso) de un órgano de la planta, terminan siendo
limitadas para poder tener un panorama más significativo del resultado.
Además, en la interpretación de los resultados, al no
considerarse explicaciones alternativas para los fenómenos observados, se denota
un cierto tipo de "direccionamiento" experimental ya que solo fueron
presentados aquellos experimentos en los cuales se obtuvieron los resultados
esperados.
En los informes sobre los experimentos que aparecen cada año
en su calendario de siembra, hay imágenes muy bellas de los jardines
experimentales, algunos gráficos etc., que son impresionantes para la mayoría
de nosotros sus lectores, pero las informaciones al respecto de dichas imágenes
son demasiado vagas para ser significativas científicamente.
Varios investigadores han repetido sus experimentos o
presentado experimentos semejantes. Existen
cerca de un centenar de ensayos publicados o inéditos, repitiendo o avanzando
en la misma línea de trabajo. La gran
mayoría han sido realizados en Europa, principalmente en Alemania. La metodología y rigurosidad científica en
estos experimentos ha sido variada y es muy desigual.
A continuación presento un cuadro resumen, elaborado en base
al trabajo de Malcolm Gardner citado por Keats, sobre los resultados de los
estudios realizados por investigadores buscando comprobar los experimentos
realizados por Maria Thun.
El cuadro muestra en la primera columna el número de
experimentos realizados por cada investigador, indicando año, lugar y cultivo
en el que se experimentó, y especialmente muestra en la segunda columna con
signos: como positivo (+) si los resultados comprueban los experimentos de M.
Thun, negativo (-) cuando no los comprueba, o (¿?) si los resultados fueron
ambiguos.
N º de exper.
|
Resultados
Positivo
+ Negativo –
Ambiguo
¿?
|
Investigador
|
Año / lugar de investigación
|
Cultivo
|
1
|
+
|
Schwarz
|
1968 Lebendige Erde
|
papas
|
6
|
- ¿?
|
Boguslawski y Debruck
|
1968-69
|
cebada, papas
|
2
|
-
|
Koepf
|
1970
|
“malas hierbas”
|
3
|
+
|
Wildfeuer
|
1970
|
zanahorias, remolachas, caléndula
|
1
|
+
|
Abele
|
1970 disertación ( U Giessen)
|
cebada
|
1
|
+
|
Abele
|
1971 disertación (U Giessen)
|
avena
|
1
|
-
|
Bockemuehl
|
1971
|
pasto
|
1
|
+
|
Abele
|
1972 disertación (U Giessen)
|
zanahorias
|
2
|
-
|
Graf
|
1973/74 disertación (U Zurich)
|
papa
|
1
|
+
|
Abele
|
1974 Leb. Erde 1975
|
rabanitos
|
2
|
+ / -
|
Graf
|
1975 disertación (U Zurich)
|
rabanitos
|
2
|
+ / -
|
Kollerstrom/Muntz
|
1975/76
|
Porotos/frijoles papas
|
3
|
+ / -
|
Kollerstrom / Bishop
|
1976/77/78
|
lechuga/rabanitos
|
10
|
-
|
Abele
|
1977/79
|
10 especies de malas hierbas
|
8
|
-
|
Spiess
|
1977-1985 disertación ( U Kassel)
|
centeno
|
7
|
-
|
Spiess
|
1978-81 disertación (U Kassel)
|
zanahorias/rabanitos
|
6
|
- / +
|
Luecke
|
1979-81 disertación (Giessen)
|
avena, papas
|
10
|
-
|
Spiess
|
1979 -84 disertación (Kassel)
|
rabanitos, frijoles papas
|
2
|
?
|
Kollerstrom / Temple
|
1982 (inédito)
|
rabanitos lechuga
|
6
|
+
|
Lust
|
1984 Leb. Erde 1984
|
6 tipos de hortalizas
|
1
|
?
|
Baker
|
1984 (inédito)
|
Métodos sensibles de análisis
|
4
|
-
|
Danek-Jezik
|
1987
|
raíz y cultivos de hoja
|
1
|
?
|
Soltysiak
|
1989 (inédito)
|
hortalizas
|
1
|
-
|
Goldstein
|
1997 (inédito)
|
zanahorias
|
2
|
?
|
Adams
|
1998-99 (inédito)
|
ajo
|
1
|
- ¿?
|
Jovchelevich
|
2007 disertación (Botucatu)
|
zanahorias
|
Sin lugar a duda, el trabajo más sólido y confiable, fue el
realizado por el Dr. Hartmut Spiess; quien se dedicó años a esta investigación (1977 – 1989), realizando
varios experimentos para su tesis de doctorado en la universidad de Kassel/Witzenhausen. Cuando fui pasante en la hacienda biodinámica
Dottenfelder Hof cerca de Frankfurt, tuve la oportunidad de conocerlo y
apoyarlo como un ayudante eventual de campo cargando sus materiales a las
parcelas, de esa experiencia puedo recordar y valorar al Dr. Spiess como un
investigador estricto y perdura mi admiración hacia su tenacidad y rigurosidad
en el trabajo.
Inicialmente sus experimentos fueron realizados con la
colaboración de M. Thun, con la intención de constatar la propuesta del calendario, se
pensó que este trabajo podría realizarse en un par de años, sin embargo, esto
no ocurrió, por lo que se extendió su experimentación durante seis años más.
El Dr Spiess público en 1994, dos volúmenes de 550 páginas,
con el más extenso y científicamente riguroso trabajo sobre la influencia de
los ritmos lunares en el crecimiento vegetal Investigación de Cronobiología con énfasis en los ritmos lunares en la
agricultura biodinámica ("Chronobiologische
Untersuchungen mit besonderer Berucksichtigung lunarer Rhythmen im-biologisch
dynamischen Pflanzenbau").
- - ritmos sinódicos: mayor desarrollo vegetativo en la Luna Llena y menor en Luna Nueva
- - ritmos tropicales: mayor intensificación de los fluidos en la planta en la Luna ascendente y disminuidos en la Luna descendente
- - ritmo sideral: variaciones de desarrollo
Además, Spiess al revisar los resultados experimentales de
otros investigadores, encontró por ejemplo, que el resultado aparente positivo
de Abele con cebada, avena y zanahorias se basaba en una información incompleta.
Aunque los rendimientos de cebada y avena fueron superiores cuando se siembra
en el trígono de Calor/fuego/Fruto y más altos en el trígono Tierra/Raíz para
zanahorias; en el caso de la cebada y la avena y las zanahorias, las hojas no
obtuvieron el mayor desarrollo durante el trígono de Agua/Hoja; así mismo fue,
en el experimento con rabanitos de Abele 1974 que si bien los rendimientos de
la raíces fueron mayores en día de Tierra/Raíz, las hojas no obtuvieron mayor
rendimientos cuando supuestamente se esperaba.
Con los experimentos con rabanitos de Graf y con papa de
Luecke, Spiess señala que los rendimientos más altos en días de Tierra/Raíz, también
coincidieron con el período inmediatamente anterior a la Luna Llena, que es
justo el periodo recomendado por Steiner para la siembra, coincidiendo con Lili
Kolisko y otros investigadores que ya habían demostrado como muy eficaces.
Finalmente el trabajo de Spiess, va mucho más allá de ser
simplemente una prueba de la teoría de Thun, sino que también muestra varios
patrones consistentes de influencia lunar que pueden ser de gran importancia
práctica agrícola.
Frente a los resultados obtenidos por Spiess, Maria Thun indicó
que la diferencia se debía a que los experimentos realizados por Spiess se
desarrollaron en suelos abonados con pelo de cerdo, material rico en aminoácido
excedente de la industria, que se acostumbraba usar como fuente alternativa de
abonamiento nitrogenado. Ella indicó que la cualidad astral de este abono
impide la correcta expresión de las fuerzas en el desarrollo vegetal.
Curiosamente, Kollerstrom y Muntz en 1976 y posteriormente
Kollerstrom y Staudenmeier en 1978 realizaron
experimentos con papa, y atribuyeron que no pudieron constatar los efectos del
calendario debido a la “mala calidad” del suelo
(con bajos contenidos de materia orgánica).
En los experimentos de Abele, Graf y Luecke. Las plantas en cuestión no se comportaron
como la propuesta de Maria Thun (produciendo mayor cantidad de hojas en día de
Agua/hoja), sin embargo si se cumplió para los parámetros que los agricultores
esperan de la planta, o sea mayor rendimiento en grano para avena y cebada y
mayor peso de raíces para zanahoria.
En resumen, debemos reconocer la dificultad que otros
investigadores han tenido en confirmar la teoría de Maria Thun, por las
características propias de este tipo de investigación. La conducción y el análisis de estos
experimentos, demandan un ejercicio de ampliación de la conciencia
multifactorial.
Tal vez como el Heinze y Thun lo exponen al inicio, el éxito
o falta de éxito en este tipo de trabajos están bajo la influencia inmensurable
de la intención humana. En este sentido
el uso del calendario no es una fórmula a ser seguida e implementada, sino una
puerta de entrada maravillosa, en que el agricultor consciente de su
intencionalidad, abre las posibilidades para que las fuerzas se unan a las
sustancias, logrando así fecundar la tierra y permitirle a la planta expresarse
en su verdadera misión. Esto es de una
enorme relevancia práctica para los agricultores, y demanda a la academia un gran
esfuerzo para responder a estos nuevos desafíos.
- Jovchelevich, P. Revisión de la literatura sobre la influencia de ritmos Astronómico en la agricultura. Horticultura-FCA-UNESP, 2007
- Keats, B. Astronomical calendar for gardeners and provides useful background information, Bowral NSW 2576 Australia.
- Kollerstrom, N. Maria Thun's Trigons: What Have Other Investigators Found?" (Harvest, Volume 52, Number 1, Winter 1999).
- Thun, M. Sembrar, plantar y recolectar en armonía con el cosmos. B. Aires, Editorial Antroposófica, 2000
Repetición del experimento de rabanitos efectuado por
Maria Thun y colaboradores en 1994. (foto Matthias Thun)
Vida y obra de María Thun
III, paralelo entre el abordaje de Maria Thun y la biodinámica de Rudolf Steiner
Como es conocido, el aspecto más sobresaliente del
calendario de Maria Thun es la teoría del trígono sideral. Como lo mencioné
anteriormente, esta teoría la desarrolló luego de su encuentro con Günther
Wachsmuth (1893-1963), jefe de la
Sección de Ciencias Naturales del Goetheanum en Dornach, quien había asistido a
Curso Agrícola de Steiner en 1924. Sin
embargo, no es exacto decir que esta teoría del trígono vino directamente de
Rudolf Steiner. Wachsmuth señala en su
libro "Kosmische Aspekte Geburt von
und Tod" (Aspectos Cósmicos del
nacimiento y la muerte, 1956), que las correspondencias trigonales entre
los cuatro elementos y las doce signos del zodiaco se basan en la “antigua
tradición", que Steiner supuestamente habría confirmado en su
investigación espiritual; sin embargo, tal confirmación, no ha sido encontrada,
y ningún indicio del patrón triangular en la estructura del zodiaco está en los
escritos ni en las conferencias de Steiner.
Del mismo modo, nadie podría afirmar confiablemente, que fue
capaz de seguir el patrón de esta “tradición astrológica verdaderamente antigua”,
a lo máximo se han rescatado escritos de la Edad Media, siendo ya una época en que
la percepción directa de los mundos sutiles se había perdido en gran parte y en
su lugar habían sido reemplazados por la superstición y la especulación.
De todas maneras, esta "tradición astrológica
antigua" que consideraba una división igual para los signos del zodiaco,
tuvo un nuevo enfoque cuando Wachsmuth consideró una estructura astronómica real
y una división desigual del zodíaco, lo que implica que cuando se compara la
división zodiacal astrológica con la división zodiacal astronómica se verifica
que casi se desplaza un signo completo.
Bajo este nuevo enfoque modificado por Wachsmuth, Maria Thun
añadió ideas propias, como por ejemplo el asociar un elemento (Agua, Tierra,
Fuego, Aire) con una constelación en particular, a lo que agregó que la
presencia de la Luna en esta relación constelación- elemento, tienen un afecto
en el crecimiento de uno de los cuatro órganos principales de las plantas. Maria Thun fundamento sus ideas directamente en
Steiner, y a menudo lo cita mostrando su compatibilidad. Sin embargo, hay divergencia en los
siguientes aspectos:
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Cuando Steiner habla de los cuatro elementos en relación a las plantas, no habla de los elementos de una manera esquemática, ni se esbozan cuatro regiones "correspondientes" de una planta. Por ejemplo, en su conferencia GA 127, ("El hombre como sinfonía de la Palabra Creadora"), cuando habla de los cuatro elementos y los escribe en la pizarra, de forma muy sucinta, casi incomprensible, son: húmedo terrenal, húmedo-aéreo, aéreo-cálido, cálido-luminoso. Junto a esto esboza una planta en forma de "vortex" (remolino), en la que sólo se distinguen la raíz. Tratando el de describir las dimensiones espirituales de vida de una planta no diferencia partes individuales; cuando Steiner habla de las plantas en el plano físico, casi siempre los describe como un organismo tripartito correlacionándolo con de forma inversa con la estructura del organismo humano (“La evolución de la Tierra y el Hombre y la influencia de los astros, 1924 (GA 354), y no de forma cuaternaria raíz, hoja, flor, fruto.
Cuando Steiner habla de las plantas en relación a las estrellas fijas, no se restringir a las estrellas del zodiaco, sino que explícitamente incluye otras estrellas no zodiacales y principalmente los planetas. En cambio cuando se refiere al zodiaco ahí sí, lo hace específicamente en relación al mundo animal, explicando la etimología de la palabra “zodiaco” correspondiente al mundo animal (GA 213).
Cuando Steiner habla de las fuerzas que la Luna transmite es exactamente en el sentido contrario a lo que Maria Thun propone. Para Maria Thun la fuerza de la luna está presente, cuando la Luna se encuentra en una determinada constelación (a espaldas) de la constelación. Para Steiner, la Luna es como un espejo, que refleja la fuerza que tiene al frente (por ejemplo la Luna llena refleja la fuerza del Sol), o la Luna reflejando la fuerza de Saturno o Marte cuando está en oposición. En el Curso Agrícola ("Fundamentos espirituales para la Renovación de la Agricultura" 1924), dice "La Luna refleja todo lo que viene hacia él. En cierto sentido, todo el cielo estrellado es reflejado por la Luna y fluye hacia la Tierra". Inclusive anula las fuerzas que están detrás de ella, explica Steiner, en la conferencia GA 353 dice: "El león es una constelación del zodíaco y tiene una cierta influencia en el ser humano. Cuando la Luna se pone delante del león, el ser humano es libre de la influencia del León, la influencia del León no le afecta". O sea que los efectos que se producen en este momento se deben a la ausencia de la ocultación de la constelación del León.
Cuando Steiner habla de los cuatro elementos en relación a las plantas, no habla de los elementos de una manera esquemática, ni se esbozan cuatro regiones "correspondientes" de una planta. Por ejemplo, en su conferencia GA 127, ("El hombre como sinfonía de la Palabra Creadora"), cuando habla de los cuatro elementos y los escribe en la pizarra, de forma muy sucinta, casi incomprensible, son: húmedo terrenal, húmedo-aéreo, aéreo-cálido, cálido-luminoso. Junto a esto esboza una planta en forma de "vortex" (remolino), en la que sólo se distinguen la raíz. Tratando el de describir las dimensiones espirituales de vida de una planta no diferencia partes individuales; cuando Steiner habla de las plantas en el plano físico, casi siempre los describe como un organismo tripartito correlacionándolo con de forma inversa con la estructura del organismo humano (“La evolución de la Tierra y el Hombre y la influencia de los astros, 1924 (GA 354), y no de forma cuaternaria raíz, hoja, flor, fruto.
Cuando Steiner habla de las plantas en relación a las estrellas fijas, no se restringir a las estrellas del zodiaco, sino que explícitamente incluye otras estrellas no zodiacales y principalmente los planetas. En cambio cuando se refiere al zodiaco ahí sí, lo hace específicamente en relación al mundo animal, explicando la etimología de la palabra “zodiaco” correspondiente al mundo animal (GA 213).
Cuando Steiner habla de las fuerzas que la Luna transmite es exactamente en el sentido contrario a lo que Maria Thun propone. Para Maria Thun la fuerza de la luna está presente, cuando la Luna se encuentra en una determinada constelación (a espaldas) de la constelación. Para Steiner, la Luna es como un espejo, que refleja la fuerza que tiene al frente (por ejemplo la Luna llena refleja la fuerza del Sol), o la Luna reflejando la fuerza de Saturno o Marte cuando está en oposición. En el Curso Agrícola ("Fundamentos espirituales para la Renovación de la Agricultura" 1924), dice "La Luna refleja todo lo que viene hacia él. En cierto sentido, todo el cielo estrellado es reflejado por la Luna y fluye hacia la Tierra". Inclusive anula las fuerzas que están detrás de ella, explica Steiner, en la conferencia GA 353 dice: "El león es una constelación del zodíaco y tiene una cierta influencia en el ser humano. Cuando la Luna se pone delante del león, el ser humano es libre de la influencia del León, la influencia del León no le afecta". O sea que los efectos que se producen en este momento se deben a la ausencia de la ocultación de la constelación del León.
Los lectores pensarán después de leer este artículo, que existen
contradicciones entre el pensamiento de R. Steiner y el trabajo de M. Thun. Inclusive a algunos les podrá servir de
argumento para descalificar su trabajo. Sin
embargo desde mi perspectiva, veo que la obra de Maria Thun gana fuerza, pues
considero que ella tuvo el coraje de interpretar las ideas de Steiner en la
búsqueda de su camino de libertad individual, y gracias a ello, los resultados
de su trabajo han traído luz a un tema donde existía oscuridad. Este
es precisamente el desafío al que ella nos invita, a traer luz, ella buscó dar
orden al desorden, y separó los elementos para poder comprenderlos, este camino inicial de separar para luego
integrar, es el camino pionero que ella inició para que mas adelante podamos
volver a unirlos de una forma más holista, que nos permita acercarnos a lo
planteado por Steiner.
De cierta forma, el trabajo de Maria Thun recién se inicia, el
desafío de continuar y ampliar su trabajo, está en las manos de todos nosotros,
miles de agricultores convocados a trabajar en el verdadero sentido de la agricultura
biodinámica, es por eso, que el calendario no puede ser una receta o una simple
copia/traducción. Cada uno de nosotros
está llamado a sumarse a este camino de libertad, un pensar vivo, consciente e íntimo
de la naturaleza un trabajo con los otros, pues del entendimiento social surgirá
la fuerza de un movimiento, del cual Goethe nos habla cuando dice que vendrá al
encuentro la ayuda del mundo espiritual del buen espíritu de la época en busca
de la verdad...
En búsqueda por la verdad, viene a mí el verso de Benesch
LA AUTÉNTICA VERDAD
La auténtica verdad no es la verdad
Sino el error trascendido
Y la verdadera realidad no es la realidad
Sino la ilusión despejada
Y la auténtica pureza no es la pureza primigenia
Sino la impureza depurada
Y lo verdaderamente bueno no es el bien original
Sino el mal superado.
Esto vale para todo
el universo, aún para para Dios
Pues en el camino de transformación del mal puede generarse algo
Que no se hallaba originalmente en el bien
Habiéndo creado Dios los opuestos,
Él se ha obligado así mismo ha revelarse siempre de nuevo
En Su más profunda esencia.
Pues en el camino de transformación del mal puede generarse algo
Que no se hallaba originalmente en el bien
Habiéndo creado Dios los opuestos,
Él se ha obligado así mismo ha revelarse siempre de nuevo
En Su más profunda esencia.